Como Izquierda Ciudadana manifestamos nuestro rechazo a las pretensiones de algunos miembros de la Nueva Mayoría que integran la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara Baja, de aumentar las exigencias para la conformación de nuevos partidos políticos.
La arremetida de los legisladores de volver al pasado, entrampando el legítimo derecho de que surjan nuevas colectividades, es una clara demostración de su interés de perpetuar en el poder a quienes se han beneficiado con financiamiento ilícito de sus campañas, mantener su círculo de influencias, bajo la lógica de los acuerdos sólo con la élite y marginando la postura de los militantes de base.
Para la Izquierda Ciudadana es esencial que se generen canales de participación para quienes han sido silenciados por tantos años y, hoy, están dispuestos a contribuir a una política honesta, transparente y no basada en intereses mezquinos. Si no es así, los emplazamos, entonces, a responder ¿cuántos Mapuche hay en el Congreso?, ¿por qué en un país democrático, estos mismos grupos de la vieja política, han permitido que se mantengan las brechas salariales entre los hombres y las mujeres y que estas últimas ganen menos, cumpliendo las mismas funciones?, ¿por qué no hacen nada para impedir que las mujeres tengan que pagar más por sus planes de salud?, ¿por qué han permitido que la pesca en Chile esté en manos de siete familias, despojando de sus derechos a más de 80.000 familias de pescadores artesanales?
La Izquierda Ciudadana entiende que las desigualdades sociales y económicas son consecuencia de los desequilibrios políticos que promueven y amparan algunos de los partidos que forman parte de la Nueva Mayoría. No nos sorprenden sus intenciones de entrampar la aparición y consolidación de nuevos partidos y no estamos sorprendidos, porque ese tipo de actitud las conocemos de parte de nuestros aliados y, por lo mismo, muchos renunciamos a los sectores en los que militábamos y, ahora, somos parte de la Izquierda Ciudadana, porque entendemos que estos temas, para ellos, no tenían el mismo sentido de urgencia.
A quienes pretenden duplicar los requerimientos para formar un partido político –conseguir como mínimo un 5% en cada elección de diputados o contar con, al menos, cuatro parlamentarios para evitar la disolución-, les decimos: ¡No vamos a retroceder en nuestra intención de transformarnos como Izquierda Ciudadana en un partido político y seguiremos trabajando para conseguirlo!
No vamos a respaldar a algunos de los partidos que están promoviendo estas exigencias y olvidan que, en sus filas, hay parlamentarios cuestionados ante la justicia por el financiamiento irregular de campañas, coludidos con las grandes empresas para mantener statu quo. Nosotros, la Izquierda Ciudadana, no vamos a avalar esta situación.
Le decimos a quienes siguen con la mentalidad de la antigua política que las reformas son para mantenerlas, no para cambiarlas ni torpedearlas. La estabilidad política de un país se mide por la armonía en sus reglas y no es posible que, a menos de un año de aprobada la reforma al binominal, junto con rebajar las exigencias para que los partidos se puedan constituir legalmente, hoy intenten cambiar el escenario.
Rechazamos la actitud de los partidos que han torpedeado la reforma laboral y las otras iniciativas de la administración de la Presidenta, Michelle Bachelet que son parte de su programa de Gobierno, el que nos une como Nueva Mayoría.
Advertimos que de continuar la hostilidad con las reformas ya aprobadas e insistan en torpedear los proyectos, la Izquierda Ciudadana no estará disponible para respaldar esa situación, como tampoco lo estuvimos en el acuerdo entre los partidos de la Concertación y la derecha para que no se investigara SQM y otras irregularidades en el financiamiento irregular de campañas.
Para el vicepresidente nacional de la Izquierda Ciudadana, Diego Ancalao, la decisión de frenar la formación de nuevos partidos, demuestra que “la única forma de perfeccionar la democracia es permitir que las nuevas expresiones sociales que quieren participar en política y que no se sienten representados por los partidos viejos, puedan acceder al poder político, mediante los partidos que quieran inscribir”.
En tanto, Bernarda Pérez, Secretaria General de la colectividad plantea que “en nuestro sector hemos incorporado como principios la necesidad de un Chile plurinacional, la diversidad en sus diferentes ámbitos y la participación real en la política y en la toma de decisiones”. Según la dirigente, “durante años, son varios los grupos que han sido postergados y se requiere de nuevos partidos, de nuevas voces que visibilicen a quienes no son escuchados. Un ejemplo concreto: la política tradicional es la que permite que en Chile exista una enorme disparidad entre las mujeres y los hombres con respecto a sus remuneraciones y los planes de salud”.