Como un aprovechamiento mediático y una desfachatez, califica el ex candidato de la Izquierda Ciudadana a la FECH, Sebastián Mansilla, las declaraciones del rector de la Universidad Adolfo Ibáñez, Andrés Benítez, respecto de la disminución en un 50% del Aporte Fiscal Indirecto (AFI), entregado a las universidades que captan a alumnos con altos puntajes en la PSU.
Según el rector Benítez, “mientras todavía no nos reponemos del escándalo del llamado “confort-gate”, fuimos testigos de una nueva colusión, esta vez en el sistema universitario, al firmarse un acuerdo que reduce en un 50% el Aporte Fiscal Indirecto… recursos que serán ahora reasignados a las instituciones del llamado CRUCH”.
Para Sebastián Mansilla, “es una desfachatez que las universidades privadas de estas características usen dineros estatales. La disminución del 50% de dineros aportados por la AFI es una re-focalización de recursos hacia otros instrumentos para financiar a los alumnos vulnerables”. Agrega que, en la práctica, la eliminación del AFI va en la dirección en que, precisamente, ha insistido el movimiento estudiantil, “enfatizando en lo público, por sobre las universidades privadas que funcionan bajo una lógica de mercado y no de derechos sociales. Estamos en una oportunidad histórica de financiamiento en términos de devolver a las instituciones públicas el rol que se merecen”.
El ex candidato de la IC a la FECH, señala, además: “Me parece una vergüenza, porque lo que hace el rector es tratar de subir al carro una institución frente a la que no hay conocimiento específico de su nivel de lucro, tampoco se conoce el rol público de este plantel a la educación, ni sus aportes a la investigación y a extensión”.
A su juicio, “Andrés Benítez está haciendo un aprovechamiento mediático de poca categoría. Lamentablemente, el alto nivel de desaprobación a la Presidenta Michelle Bachelet permite que ciertos sectores que se han opuesto siempre a la educación pública, hoy salgan diciendo que se sienten discriminados. Es el propio rector Benítez quien ha instalado la idea de que la educación pública y la privada son dicotómicas”.
Consultado respecto de las eventuales razones que tendría el rector de la Universidad Adolfo Ibáñez para defender el Aporte Fiscal Indirecto, Mansilla plantea: “A Benítez le conviene la AFI, porque su universidad puede gastar millones de pesos en publicidad de todo tipo, captando los mejores puntajes, pero el problema es que esos recursos no se están focalizando en los sectores socioeconómicos más bajos”.
El dirigente estudiantil indica que la reducción del Aporte Fiscal Indirecto generaría, en la práctica, beneficios concretos para los estudiantes que se encuentran en los quintiles socioeconómicos más bajos, lo cual, dice, es una medida necesaria. A modo de ejemplo, sostiene que las casas de estudio públicas de regiones, como por ejemplo, la Universidad Arturo Prat, la Universidad de Magallanes o la de Tarapacá, se potenciarían al mejorar su cobertura, llamando la atención de los estudiantes que obtienen los mejores puntajes en la PSU y, así, se revitalizarían estos planteles que el Estado ha abandonado”.
Sebastián Mansilla recuerda que el AFI, desde su base, tiene una concepción errada, ya que premia al estudiante que le fue mejor en la PSU, que suele ser el alumno egresado de colegios privados y que tiene condiciones económicas privilegiadas, a diferencia de aquellos con menores ingresos que optan por un Centro de Formación Técnica. “Lo que se debe hacer es trasladar el AFI a un aporte fiscal directo que permita que las universidades crezcan equitativamente y que esto no dependa de su capacidad de captar o no a los puntajes privilegiados”.
El dirigente comenta que “es tiempo de que se termine con las lógicas de financiamiento a la demanda y se centre el foco en los planteles y no en la calidad de las personas que van a estas instituciones”.
Otros comentarios del rector Benítez
Cabe consignar que el rector de la Universidad Adolfo Ibáñez, Andrés Benítez no sólo denunció lo que, a su entender, es la colusión entre el Gobierno y el CRUCH, sino que también dijo que con la disminución del 50% del AFI, “se favorece una vez más al 26% de los alumnos de la educación superior, en desmedro de la gran mayoría… El CRUCH es el cartel perfecto. Basado en razones históricas, ha logrado capturar casi la totalidad de los recursos directos que entrega el Estado a la educación superior. El único aporte que no controlaba es el AFI, por cuanto había que competir por él…”, dijo.