Revise acá la entrevista realizada por La Nación, al presidente Cristián Méndez
El joven presidente de la izquierda ciudadana, Cristián Méndez, hace un positivo balance del funcionamiento de la nueva mayoría, afirmando que a la hora de los “quiubo” se ha cuadrado con el programa de Bachelet.
Cristián Méndez es uno de los dos presidentes de partido en la Nueva Mayoría que no es parlamentario y quizás por eso ha estado alejado de las polémicas al interior del bloque oficialista. Ese bajo perfil le permite como timonel de la Izquierda Ciudadana ver más allá de las disputas internas y hacer un análisis sobre lo que ha sido la coalición, su eventual proyección más allá de 2017 y delinear los peligros que afronta.
Y también alertar sobre la actual coyuntura política del país. De acuerdo a Méndez, existe un riesgo de desestabilización que impulsa la derecha y parte del empresariado.
“Existe una campaña de desestabilización que ahora apunta directamente a la Presidenta de la República, a quien se ha atacado y se ha descalificado de manera impune por dirigentes de la derecha e, incluso, por empresarios de los grandes grupos económicos y de interés en Chile”, señaló el timonel de la IC en alusión a los cuestionamientos de al UDI a la pasada campaña electoral.
Méndez asegura que previamente se vislumbraba una reacción negativa de parte de la derecha “porque esto no iba a ser fácil, tocar los intereses de los grandes poderosos de este país, no iba a ser miel sobre hojuelas, siempre lo supimos, lo que no esperábamos era el nivel de agresividad y de comportamiento antidemocrático de la derecha política y de una parte de los empresarios en este país, quienes se resisten a perder el país, quienes se resisten a entregar mayores derechos para la ciudadanía en distintos ámbitos, como ocurre en los principales países desarrollados del mundo porque aquí no estamos inventando la rueda, la educación es gratuita en Europa y en casi todos los países de América Latina”.
Como ejemplo de ello, el presidente de la joven colectividad cita el paro de los camioneros, ocurrido a mediados de octubre, movilización que a su juicio es una forma “de generar miedo, de generar terror y está financiado por alguien más que tiene intereses simplemente mayores que el precio de los combustibles o la seguridad en las carreteras”.
Además, cita la inserción en los diarios nacionales que pagaron sostenedores de colegios subvencionados y apoderados del los mismos donde se criticó la Reforma Educacional, y el actuar de la Confepa con “una dirigente (Ericka Muñoz) financiada por la derecha que nadie sabe de dónde viene, que ha mentido abiertamente y que ha sido emplazada por apoderados y directores de colegio a los cuales ella dice representar en contra de la Reforma Educacional”.
“El comportamiento de los dirigentes de la derecha en los medios de comunicación, donde distorsionan absolutamente lo que está haciendo el Gobierno”, añadió.
Y advierte que esto va más allá de las fronteras del país “cuando se hace hablar a un profesor de Cambridge o del diario The Economist para que diga que ‘Chile se está descarriando’ y de que ‘Chile se acerca al abismo’, eso es todo parte de un golpe blanco que está en curso aquí en Chile y que debe ser parado con las herramientas de la democracia del gobierno y de una ciudadanía activa y comprometida finalmente de lo que ha decidido mayoritariamente. Eso es lo que estamos enfrentando hoy día”.
“Esperamos que en algún minuto esto se pueda detener y efectivamente la voluntad mayoritaria se pueda expresar es o que corresponde en un régimen democrático”, explicó.
Méndez también cree que hay otro elemento con los que se ha estado jugando para minar el apoyo al Gobierno es el paro de los profesores y el anticomunismo que gira en torno a esa movilización. “La infiltración de los dirigentes de la derecha en el Colegio de Profesores y hoy día aparecen como defensores de la causa de los profesores cuando durante su gobierno, cuatro años que tuvieron fueron incapaces de entregar alguna solución a los profesores en ninguna de sus demandas. Y hoy día los podemos ver en comunas del país, alcaldes incluso, impulsando el paro de los profesores”, dijo.
ALIANZA “EN DESARROLLO”
Como vocero actual de la Nueva Mayoría, Méndez hace un positivo balance del conglomerado de gobierno, pese a las turbulencias internas, las pequeñas trifulcas y polémicas que ha tenido.
“La Nueva Mayoría es imposible entenderla como una alianza consolidada, definitiva y estática, por el contrario es una alianza en desarrollo, es una fuerza que se está conformando, es un entendimiento que está en movimiento, pero su novedad histórica es ser un entendimiento del centro con la izquierda, inédito del Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana, inédito incluso en el mundo, pero con un programa de transformaciones”, señala.
El presidente de la IC estima que este año ha sido de debate “han existido diferencias de una maneras más agudas que otras, pero hasta el momento si uno revisa el comportamiento de parlamentarios que tiene en sus manos el aprobar o rechazar la iniciativas principales que ha impulsado el Gobierno, uno ve que finalmente la Nueva Mayoría ha estado y ha cumplido, es cosa de revisar las actas de las votaciones”, añade.
ALLENDE TAMBIÉN TUVO CRITICAS DESDE LA IZQUIERDA
Y también valora que en este “primer gobierno de la Nueva Mayoría, en nueve o 10 meses se han instalado tema que nunca se habían instalado en 25 años” por ello estima que las críticas desde sectores más a la izquierda carecen de peso, en gran medida.
“Críticos desde la izquierda y desde la derecha van a existir siempre, el Presidente Allende también los tenía”, señala para agregar: “el MIR por ejemplo y otros, la Nueva Mayoría también los tiene, pero yo les preguntaría a esa misma personas que hacen las críticas, legítimas, de que efectivamente aquí no se están haciendo y de que esto es una administración del neoliberalismo, y les diría bueno, ‘perfecto, entonces ¿por qué la clase empresarial chilena, los sostenedores de los colegios, pequeños empresarios, una parte de la Iglesia Católica, una parte de los medios de comunicación, han montado una campaña sistemática de desinformación, de amedrentamiento, de bloqueo, de boicot de la voluntad popular expresada en el gobierno encabezado por la Presidenta Bachelet’?. Si es que no se estuviera tocando ningún interés, si no se estuviera planteando ninguna reforma que toque el corazón del modelo, entonces por qué un grupo de sostenedores y padres salen a marchar a la Alameda contra la reforma educacional, por qué piden que no se haga esta reforma, por qué piden que el lucro no se elimine”.
Admite que “no se está planteando una transformación radical completa de todos los aspectos, pero sí de muchos que son esenciales, el sistema de previsión, la salud, la educación en todos sus niveles, la constitución política, la estructura de los impuestos”.
PROCESO DE CONVERGENCIA CON EL PRO
Uno de esos críticos desde la izquierda fue el líder del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, quien hasta bautizó al conglomerado como la “Nueva Pillería”, pero que en los últimos meses ha tendido puentes.
“En lo personal yo valoro mucho el hecho de que él haya abandonado esa crítica un poquito vacía e inútil a los partidos políticos y a eso que llamaba los viejos políticos, porque es un problema que a la gente le importa, pero mucho más importante que eso es cómo se hacen los cambios necesarios para que Chile pueda derrotar a la desigualdad en serio, en todos los ámbitos y desde ese punto de vista que él hoy día diga que tiene una amplia coincidencia con las reformas que se han planteado, en ese sentido tiene una amplia coincidencia con la Presidenta de la República que es quien las lidera, nos parece que es un aporte, que es bueno y que eventualmente en el futuro puede producir un proceso de convergencia y acercamiento real entre la Nueva Mayoría y su organización”.
Sin embargo, advierte que ello no será tan simple porque para que ello se produzca debe ser acogido en forma unánime por todos los partidos de la NM para que se mantenga la unidad entre todos.
“Efectivamente, su actuación fue polémica en los últimos años, y su comportamiento agresivo y descalificador respecto a las fuerza s políticas no es una cuestión que se borra de la noche a la mañana, sin embargo, si nosotros no entendemos la oportunidad histórica que se está planteando en este momento, de efectivamente poder avanzar en mayor igualdad y mayor equidad en Chile, de verdad y en serio, y que en eso se necesitan muchas manos y mucha fuerza, aun más de la que tenemos hoy, significa que no entendemos nada. Nosotros vamos a colocar por delante, y el resto debiera hacer lo mismo, quienes hoy día tiene diferencia, resquemores con la trayectoria de Marco Enríquez-Ominami debieran dejar de lado ese tipo de objeciones, que pueden ser atendible, resolverlas y colocar por delante los interese del país”, señaló.
GUTENBERG NO ESTÁ SOLO
Otro que ha sido duro con las políticas del conglomerado oficialista ha sido el DC Gutenberg Martínez, quien pese a no ser dirigente, ha aparecido constantemente en los diarios cuestionando varias decisiones.
Al respecto, Méndez tiene una visión de que lo que dice “no es solamente una cuestión a título personal, él representa el sentir de un grupo de dirigentes de la antigua Concertación, no solamente de un solo partido político sino que de una parte de la elite de la Concertación que estaba de acuerdo y sigue estando de acuerdo con el modelo neoliberal y eso es lo que hoy día lleva a que las críticas sean tan duras y tan descalificatorias a la labor que está haciendo el gobierno”.
“Son personas que tendrán que definirse, porque lo últimos que ha dicho Martínez en su campaña que tiene al interior de la Democracia Cristiana, que está comprometida con los cambios (…) Cuando Gutenberg Martínez acusa a la Presidenta de no tener liderazgo, cuando él dice que no se siente cómodo en la Nueva Mayoría. Yo le diría: ‘perfecto Andrés Velasco tampoco se sentía cómodo y tomó una decisión’. Quizás llegó la hora de que él y otros como el ex ministro Pérez Yoma o como el ex ministro Viera-Gallo tomen decisiones. Esto es súper simple, aquí nadie está forzado a estar donde no quiere, nadie está obligado a lo imposible. Pero hay una cuestión que es una regla básica de esto, existe un mandato de la gente, de los ciudadanos que enfrentan y viven todos los días los abusos de las empresas en el mundo del trabajo, en el mundo del consumo. Cuando dice que la Nueva Mayoría tiene fecha de vencimiento, lo que está diciendo es que no está de acuerdo con el programa de transformaciones y si no está de acuerdo tiene que tomar definiciones, al igual que Mariana Aylwin, y es legítimo que tomen esas definiciones. No pueden aportillar lo que fue acordado en un debate democrático y fue refrendado por la mayoría del país”.
Sin embargo, separa las críticas de Martínez de las expresadas por la actual dirigencia de la Falange, respecto a varios proyectos en especial a dudas y “aportes”. “Ahora las críticas que se han planteado no han ayudado mucho y lo que sí valoramos es que, al minuto de los ‘quiubo’, los parlamentarios demócrata cristianos han estado con el Gobierno y han respaldado sus iniciativas. Yo lo dejaría más bien como una estrategia comunicacional de defender una identidad propia como lo dicen muchos dirigentes”, expresó.
Finalmente, Méndez fue enfático en señalar que “cumplir los compromisos es una cuestión que en Chile se le olvidó a la clase política después de la dictadura, todo el mundo se acostumbró a decir una cosa y hacer otra y esa es una de las causas principales del desprestigio de la política y la desafección con las instituciones”.
Fuente La Nación