Parlamentarios independientes y de la Nueva Mayoría reingresaron hoy una iniciativa del año 2006 presentada por el ex candidato presidencial Marco Enríquez- Ominami cuyo propósito es instalar la figura del referéndum revocatorio para autoridades y cargos de elección popular.
Enríquez-Ominami arremetió ante los últimos hechos relacionados con los casos de corrupción y transparencia en la política como Penta, y SQM, para ello planteó que es necesario reponer el proyecto de ley de “sobre azul a los parlamentarios”.
Junto a los diputados independientes Giorgio Jackson, Vlado Mirosevic; los PPD Tucapel Jiménez, Rodrigo González, Guillermo Ceroni; la PS Denise Pascal y; Sergio Aguiló de la Izquierda Ciudadana, entre otros, propusieron que los cargos de elección popular puedan ser destituidos a través de un referéndum revocatorio, como es posible en los ordenamientos políticos de otros países
El proyecto establece como figura del referéndum revocatorio, el que sería convocado por la ciudadanía a través de la recolección de firmas ante notario, en donde además se deberían especificar las razones.
Una vez convocado el referéndum, la gente podrá decidir si el parlamentario en cuestión continúa o no en su cargo, sin embargo, la opción ganadora deberá representar el 50 por ciento más uno de los votos y para hacerse válida debe haber participado al menos el 25 por ciento del padrón electoral.
Al respecto, el presidente de la Izquierda Ciudadana, diputado Sergio Aguiló aseveró que “es indispensable y fundamental la posibilidad que la propia soberanía popular a través de un mecanismo muy simple pueda revocar ese mandato, precisamente ahora cuando hay una crisis profunda de confianza y credibilidad. Con mayor razón la soberanía popular y la voluntad ciudadana tiene que expresarse también en la posibilidad de poder revocar el mandato de aquellos parlamentarios o autoridades surgidas del voto popular que hayan cometido irregularidades, independiente de lo que resuelva la justicia”.
“A raíz del caso Penta, muchos han planteado que los parlamentarios involucrados deberían renunciar. Pero eso no es posible, porque el mandato de la ciudadanía es irrenunciable. No se puede abandonar un mandato que entregó la ciudadanía”, explicó.
Sin embargo, “sí pueden ser los mismos ciudadanos quienes quiten ese mandato”, añadió Enríquez-Ominami, por lo que, a su juicio, se solucionaría el problema de la “responsabilidad política”.
Además aclaró que el referéndum se podrá realizar sólo una vez por cada parlamentario durante el periodo que dure su cargo.