DESCARGA DECLARACION DE PRINCIPIOS
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS IZQUIERDA CIUDADANA DE CHILE
La Izquierda Ciudadana de Chile es una comunidad política inspirada por el horizonte de la profundización de la democracia para la construcción de una sociedad fundada en el gobierno ciudadano de todas las relaciones sociales, desde una base laica en la que convergen quienes se inspiran en el pensamiento socialista; el humanismo cristiano y la teología de la liberación; el feminismo; el ecologismo; y los saberes y las prácticas de la sabiduría de los pueblos originarios.
Creemos en una nueva sociedad de justicia y seres humanos libres e iguales, diferentes y solidarios.
Nuestro horizonte histórico es la superación de la distribución desigual del poder y los bienes sociales; de las relaciones sociales fundadas en el dominio, la alienación, la discriminación y la violencia.
La Izquierda Ciudadana de Chile asume la política como una construcción democrática y comunitaria que, desde y junto a las comunidades y los movimientos ciudadanos, busca disputar en forma democrática la dirección política de la sociedad. En este sentido, constituye un partido de la acción directa y colectiva, un partido de voluntarios y servidores de la ciudadanía.- La Izquierda Ciudadana de Chile, en lo que se refiere a su concepción de organización, constituye un partido radicalmente democrático y sustentado en prácticas de tipo comunitario. Por lo tanto, la democracia es el principio fundamental de la vida partidaria. Una de sus expresiones es el desarrollo de elecciones democráticas en la totalidad de los organismos de dirección, desde la base a los organismos superiores.
La soberanía partidaria reside en la totalidad de sus militantes. Los dirigentes y las autoridades a todo nivel, son depositarios del poder de dirección y gestión de la política, confiado por el conjunto del Partido. Su acción no podrá rebasar las facultades que se establezcan en cada caso, ni tampoco los términos específicos del mandato que les ha sido conferido por sus mandantes.- La totalidad de los organismos de conducción partidaria desarrollarán su gestión política en base al criterio de la dirección colectiva y la responsabilidad individual en el ejercicio de sus cargos.