Triste, con heridas abiertas muy profundas todavía, la conmemoración del golpe de estado en Chile del 11 de septiembre de 1973, reveló una vez más oportunismo y manipulaciones atizadas por los medios.
La noticia de la jornada luctuosa, en la cual miles de personas recuerdan a los caídos y claman por justicia y verdad sobre los detenidos desaparecidos, debió ser consagrada básicamente a estos temas.
Pero curiosamente la prensa, en su mayoría, tuvo dos titulares como grandes noticias en la mañana de ayer: una encuesta de opinión que remarca la baja en popularidad de la presidenta de la República y un accidente en el Metro.
De lo primero no bastó con dar el resultado del sondeo del Centro de Estudios Públicos, una de las tantas instituciones en Chile que realizan consultas de sospechosas intenciones.
Hacerla una consulta de esta índole es parte de su labor, pero darla a conocer el 11 de septiembre se antoja bastante intencional. Como cada año se preparaba una ceremonia solemne en el Palacio de La Moneda.
La mandataria Michelle Bachelet y su madre Angela Jeria, estarían en el Patio de Los Cañones del palacio junto a cientos de invitados para recordar a Salvador Allende y sus colaboradores.
Afuera estaban concentrados familiares de detenidos desaparecidos y madres y viudas de asesinados por la dictadura sangrienta de Augusto Pinochet. Bachelet perdió a su padre y Jeria a su marido, y ambas debieron exiliarse.
¿Etica?. Nada de eso. Lo más relevante para CNN Chile fue dar a conocer el resultado de la encuesta y no conforme todavía, entrevistar a analistas, casualmente, alineados con una postura visceral anti gobierno.
Luego lo del Metro fue apenas una humareda en un vagón en sus ruedas, que terminó sacando fuego. Sin embargo, se detectó a tiempo, no tuvo ningún tipo de consecuencia a personas y los daños materiales resultaron mínimos.
De todas formas, fueron las noticias de la mañana y se mantuvieron todo el día en Chile justo el 11 de septiembre, una fecha en la cual la población se recoge temprano ante el miedo que todavía domina el ambiente.
Luego salieron otras informaciones, como la muerte del coronel retirado Marcelo Moren Brito, uno de los criminales más desalmados de la dictadura, quien cumplía 300 años de cárcel por sus numerosos expedientes oscuros.
Moren Brito fue por cierto torturador de Angela Jeria, la madre de Bachelet, en la tenebrosa Villa Grimaldi de la policía secreta de Pinochet, la DINA.
Este sábado, el ministro Secretario General de Gobierno, Marcelo Díaz, junto a otras personalidades, participó en el homenaje al periodista José Carrasco Pinto, acribillado a balazos en 1986 por agentes pinochetistas.
Al lado de la presidenta del Colegio de Periodistas de Chile, Javiera Olivares, y del alcalde de la comuna de Huechuraba, Carlos Prats, el secretario de Estado recordó a la figura de un hombre comprometido con la libertad y los derechos humanos.
“Nosotros trabajamos para que exista plena verdad y justicia, pero también para que el recuerdo de las víctimas y de lo que en Chile ocurrió no desaparezca. Que esa memoria nos permita construir un país mejor”, destacó.
La junta militar de Pinochet (1973-1990) cometió más de tres mil asesinatos y dejó además un saldo de mil 200 detenidos desaparecidos y 33 mil torturados.